Los problemas de salud mental y su 'costo' adicional: una función cognitiva deteriorada

Todos los tipos de trastornos mentales tienen un costo oculto en forma de disfunción cognitiva, incluidos déficits en la memoria, la atención, las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento.

Tanto los trastornos mentales diagnosticables como algunos síntomas comunes como la ansiedad y la preocupación conllevan el llamado "precio cognitivo". "El Factor C", abreviatura de disfunción cognitiva, se puede definir como un rendimiento más bajo en las pruebas cognitivas o una reducción en las capacidades cognitivas como la atención y la memoria. Se sugiere que se puede encontrar en todos los trastornos y que constituye una parte integral de una peor salud mental.

En las últimas décadas, los trastornos mentales se han vuelto cada vez más frecuentes en los EE. UU. y en todo el mundo, particularmente en adultos jóvenes y adolescentes. Incluso antes de la pandemia, 1 de cada 5 estadounidenses padecía un trastorno mental.

Una salud mental más deficiente se asocia con al menos cierto grado de disfunción cognitiva, este tipo de deficiencia puede ser mucho más común de lo que se pensaba anteriormente.

Estos hallazgos son importantes porque algunos trastornos mentales pueden diagnosticarse erróneamente en función de la disfunción cognitiva. Por ejemplo, se debe esperar que un estudiante universitario que lucha contra el trastorno obsesivo-compulsivo tenga algunas dificultades en áreas como la concentración, la organización, el manejo del tiempo y la memoria. Sin embargo, en tal caso, estos desafíos cognitivos no provienen de condiciones como la dislexia o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, sino del TOC. Esta posible confusión puede conducir a un diagnóstico erróneo.